La escritora y artista Leah Hayes es la encargada de desmitificar y poner sobre la mesa los miedos, angustias, pensamientos e incluso las quejas de dos mujeres, protagonistas de su libro, que deciden realizarse abortos –uno quirúrgico y otro médico-.
Not Funny Ha-Ha: A Handbook for Something Hard (Algo así como ‘No es un gracioso Ha-Ha: Manual para algo duro’) es el título de este libro que no pretende, como se ilustra en su prólogo, hablar específicamente del aborto, si de lo que hay en el proceso y después de hacerlo.
«Mucho del foco (sobre el aborto) está puesto sobre si está bien o si está mal, sobre si debería o no debería hacerse, sobre si se tiene la capacidad de decisión o si no. El discurso inicia sobre si cabe la decisión o no y se olvida que lo verdaderamente ‘salvaje’ es el ‘fin’ del proceso: LO HICISTE. ¿Sientes que hiciste lo correcto? ¿Estás conflictuada? ¿Te arrepientes?», así describe Hayes el tema en el prólogo de su libro ilustrado.
«Todas estas cuestiones son pesadas, algunas veces ideas y preguntas incontestables y al mismo tiempo tristes y felices, empoderadoras y terroríficas», apunta.
«El objetivo de este libro es ofrecer a voz de aliento para las mujeres que están pasando por esto. Tener un aborto es algo que puede ser confuso y algunas veces un proceso muy solitario (…) Mi intención fue decir: Oye esto es muy duro, estoy trabajando en encontrarle sentido a eso. Quizás en el proceso, te sentirás consolada al leer esto», le dijo a Hayes al portal The Huffington Post.
Lisa y Maria, la primera de 31 años y la segunda de 23, se enfrentan al hecho de no querer traer hijos al mundo. Sus procesos incluyen una propia introspección de lo que significaría no tener al bebé e incluso las circunstancias abortivas.
Una de ellas va a practicarse un aborto médico, que palabras más palabras menos, significa laeliminación del feto y la placenta de la matriz por medio del uso de medicamentos; mientras que la otra lo hará a través de un aborto quirúrgico, que implica un proceso más complejo pues la extracción del feto se hace con una cirugía.
-La despenalización no ayuda-
En Colombia, el 44% de los embarazos no planeados terminan en aborto, pero el 99% de los abortos en el país se realizan clandestinamente, a pesar de las restricciones y de la sentencia que hace 9 años despenalizó este procedimiento para tres casos particulares.
«Hay evidencia que documenta muchos casos de mujeres que encuentran obstáculos institucionales y burocráticos para obtener una Interrupción Voluntaria del Embarazo(IVE) en las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), las cuales están obligadas a proporcionarla», indican cifras del Guttmacher Institute.
Cerca del 52% de las familias se construyen a partir de embarazos no deseados, o a partir del deseo de mujeres adolescentes que ven en el embarazo una oportunidad de escapar de contextos de violencia en sus casas.
En definitiva, el aborto sigue siendo un fenómeno social que no acabamos y en el que la Iglesia y los hombres siguen teniendo una determinación importante.
La falta de información, el largo y burocrático proceso del aborto, la objeción de conciencia y algunos mitos relacionados con la religión, son algunos de los factores que inciden en el poco avance de esta materia, en la que hombres, mujeres y sociedad tienen tanta culpa como consecuencias.